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19 de marzo de 2012

Comunidad de Nueva Colombia pide claridad sobre reubicación

El popular 'Costeño', el concejal Felipe Pérez y Ilmo Torres
Desde hace unas semanas, más de cien familias del barrio Nueva Colombia están en la incertidumbre sobre la suerte que correrá igual número de viviendas cercanas a la margen de la quebrada La Sardina.
En días pasados, una inesperada visita de funcionarios del Banco Inmobiliario de Florencia y del Ministerio de Vivienda, en forma oral y sin mayores explicaciones dio aviso de que 114 casas de los sectores B y C de Nueva Colombia deberían de ser reubicadas como condición para la ejecución de un proyecto de mejoramiento integral del barrio.(Ver álbum)

Se trata de una iniciativa que surgió durante la administración del ex alcalde Arnoldo Barrera. Según voceros de la comunidad, el proyecto cuenta con financiación de agencias de cooperación canadienses. Y en un informe presentado al Concejo, éste figura bajo el nombre de “Mejoramiento integral de barrios sectores B y C Nueva Colombia”. Según dice el papel, beneficiará a 320 familias desplazadas y damnificadas por inundaciones y deslizamientos. El informe está fechado el 6 de febrero de 2012 y firmado por Carlos Alfonso López Urquina, director del Banco Inmobiliario de Florencia.

El proyecto se financiará con 2.600 millones que aporta el Ministerio de Vivienda y 655 millones en especie que provienen del Municipio de Florencia, para un total de 3.255 millones.

Según este mismo documento, en 2008 se realizó el diagnóstico; en 2009 se formuló el proyecto y en 2011, estaba en etapa de aprobación, estudio y diseño. Llama la atención en el informe que en 2010, hubo un avance de 795 millones de pesos por parte del Ministerio de Vivienda y 160 millones de pesos por parte del municipio, sin que se especifique para que actividades. Pero, lo cierto es que en los sectores B y C de Nueva Colombia no se ha pegado un ladrillo comprado con estos dineros.

Y como corolario dice el escueto informe del Banco Inmobiliario que “el proyecto no se ha podido continuar porque el municipio no ha reubicado a 105 familias”.

No obstante, al parecer, con una parte de este dinero (202 millones 387 mil 628 pesos) se habría pagado el contrato de servicios de consultoría número 115 de 2010 entre el Instituto Municipal de Obras Civiles (Imoc), representado por Alberto Pérez Cuervo, y la firma Unión Temporal y Consultores, representada por el ingeniero Diego Fernando Suárez Sánchez. El objeto del contrato era “realizar los estudios y diseños definitivos para la construcción de obras de mejoramiento integral del barrio Nueva Colombia sectores B y C”.
Este gráfico, que no es un plano técnico, es lo único que se conoce del proyecto.
Estos estudios y diseños debieron haber sido entregados al Imoc el 26 de marzo de 2011, pero la comunidad no los conoce. Tan solo, un gráfico que ilustra la posible ubicación de las “alamedas”, los “parques locales”, la “red peatonal”, los “equipamientos colectivos complementarios” y otras presuntas obras que se construirían.

Inconformidad

Sorprendidos e inconformes, los vecinos de Nueva Colombia manifestaron al concejal Felipe Pérez que no están de acuerdo con la reubicación, según entienden ellos, en las casas aún no terminadas de la llamada urbanización Villa Gloria, que carece de servicios públicos y está retirada de la ciudad.

 

Irene Gómez presidenta de la Junta de Acción Comunal del Sector C y Gerardo Cuellar Gaitán, presidente de la junta Central de Nueva Colombia, confirmaron que la casi totalidad de los jefes de las familias rechazan la reubicación, porque consideran que sus viviendas no están en riesgo; porque muchos han invertido en estos lotes propios sus ahorros o préstamos; pero sobre todo porque saben que una casa de Villa Gloria no compensa el valor de muchas de sus actuales viviendas.

Sin embargo, explica los presientes, no desean impedir las obras anunciadas. Y aceptarían la reubicación solo si les garantizan una casa de igual tamaño y condiciones a las que actualmente habitan, localizada en un hábitat cercano al centro de la ciudad que cuente con todos los servicios públicos, vías de acceso y demás servicios comunitarios. O en su defecto, que la alcaldía pague un precio justo por sus viviendas.

Ilmo Torres, un veterano líder popular de más 70 años, tiene claras las cosas: no renunciará a su modesta vivienda construida con sus propias manos y con las de su mujer. Dice que las casas que deben reubicar no son todas las que se dice están en la lista y que muchas viviendas que en verdad están riesgo no figuran.

Don Ilmo, con más ánimo y fuerzas que muchos jóvenes, acompañó al concejal Pérez en un recorrido por las viviendas de las familias que al parecer serían reubicadas. Una de ellas es la casa de doña María, mujer de unos 50 años que vive allí con sus ocho hijos.

“Yo llegué aquí sin nada, compre este lote con mucho esfuerzo y construí lo que ven con préstamos que estoy pagando a la Caja Social; aun debo como dos millones seiscientos y me falta completar las paredes de los cuartos. Y ahora me vienen con el cuento que me debo ir”, dice.

Doña María no acepta la idea de la reubicación en Villa Gloria, porque esas casas son tan pequeñas que no podrá acomodar a toda su familia. En contraste afirma que a su madre que sí habita un rancho que se inunda, nunca ha recibido ningún ofrecimiento de ayuda.

Los vecinos explican al concejal Pérez que son pocas las casas de los sectores B y C que en realidad se inundan y están en riesgo de deslizamiento, según su propia experiencia. Y terminan de preguntarse porque después de quince años, cuando cuentan con escrituras de sus predios, quieren sacarlos. Menos ahora, que gracias al nuevo puente que se construye sobre La Sardina frente a Comfaca, la quebrada no se represa causando inundaciones.

Para los presidentes de junta Irene Gómez y Gerardo Cuellar, es claro que necesitan el proyecto de mejoramiento del barrio, pero no ven necesario la reubicación de todas las familias. Por eso, en compañía del concejal celebraron una reunión con la comunidad en la que acordaron enviar una solicitud a la alcaldesa María Susana Portela pidiendo informe oficial sobre los planes de reubicación y sobre el proyecto de mejoramiento.

Pero por ahora, de las alamedas, parques, redes peatonales y obras de equipamientos colectivos, no existe ni el rastro. La incertidumbre, la inconformidad y muchas dudas están presentes sobre este proyecto con cara de ‘elefante blanco’.

1 comentario:

  1. Anónimo22:02:00

    Es muy deplorable la situación de estos barrios en florencia, yo viví en Nva Colombia y las condiciones en las que viven las personas no son para nada buenas... Ahora vivo en Medellín y para mejorar esto, aquí hicieron un proyecto (barrio las flores) financiado por la misma alcaldía y el gobierno nacional... y ese es uno de otros tantos que hay por ahí, deberían de realizarse planes de interés social de este tipo o mejores que brinde esa seguridad y confianza a las personas... "invertir de verdad el dinero"... me gusto tu nota... att: jhonny lp

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